Alguna vez has escuchado el mito de que entre menos utilices la impresora se mantendrá en mejor estado, lo cual es totalmente falso, ya que si no la utilizas tan seguido es más probable que se le seque la tinta, por eso es recomendable que al menos por semana imprimas algo tanto a blando y negro como a color, debido a que esta se va secando de igual forma con lo paso del tiempo.
Es importante mantener los cabezales limpios, esto se puede hacer humedeciendo un trapo con muy poca agua y pasándolo con mucho cuidado en su superficie. Si no sabes para que sirven estos cabezales, son para una de las partes más importantes, ya que se encarga de transferir la tinta al papel en la cantidad y posición correctas para poder imprimir una imagen.
También son muy comunes los atascos del papel, más en las impresoras antiguas, por lo cual si te llega a pasar debes sacarlo con mucho cuidado y para extender la vida útil de tu impresora, debes hacerle un constante mantenimiento a la bandeja en donde se deposita el papel debido a que, si llegan a quedar trozos de papel, entre más tiempo los dejes allí más difíciles será sacarlos después.
En cuanto a las impresoras al laser, su mantenimiento depende más de los cuidados que indican los fabricantes en el manual de instrucciones. Cabe recalcar que uno de los cuidados básicos de estas es el mantenerla apagada sino la vas utilizar, aunque puede sonar muy obvio, pero a veces a las personas se les olvida hacerlo y esto podría evitar posibles fallos eléctricos en un futuro.
Otro cuidado es del tóner, que por si no sabías, es un polvo fino que normalmente es de color negro el cual se deposita en el papel que se pretende imprimir por medio de atracción electrostática o magnetografía, en otras palabras, es la tinta funcional de este tipo de impresoras. Y como para limpiar la impresora a profundidad debes sacarlo, hazlo con mucho cuidado sin agitarlo, depositándolo en una hoja blanca y sin dejarlo en lugares
en los que exponga a los rayos del sol.
Asimismo, ya sea una impresora de laser o de tinta, los cartuchos cumplen una gran función dado que estos contienen la tinta o el tóner, por lo cual es importante darle el mantenimiento adecuado, como no dejar que se seque por completo o sino este se podría llegar a quemarse, por lo cual debemos contar con repuestos de estos a la mano por si les llega a pasar algo. Una vez estos estén recién instalados, se debe hacer por lo menos dos impresiones de prueba para que los cartuchos se asienten de una mejor manera, ya que las primeras no van a salir con la mejor tinta posible.
Es preciso no dejar que la impresora se caliente más de lo normal, en este tipo de casos es mejor desconectarla y dejarla reposar para que tampoco se estropeen los cartuchos. Si en algún momento al imprimir llega a aparecer líneas o puntos que no hagan parte del original, se debe limpiar el cabezal del cartucho sin agitarlo de ninguna forma, también por si este se pueda rellenar. Aunque también puede pasar lo contrario, que la impresora no trabaje bien debido a que los cartuchos estén fríos haciendo que la tinta no esté lo suficientemente liquida.
Resumiendo lo anterior la clave está en hacerle una continua limpieza y mantenimiento a las piezas de la impresora que son más utilizadas tanto exterior como interiormente. Además de la protección técnica, utilizando los repuestos más recomendables dependiendo del tipo de dispositivo. Para lo cual es importante fijarse bien en el fabricante y su distribuidor, para conocer de primera mano la calidad real del producto, para así prolongar de la mejor forma su vida útil.
